Los ajíes mirasol se abren y se retiran las venas y semillas para que no esté muy picante. Si se desea picante dejar venas y semillas. Remojar los ajíes en 1 taza de agua hirviendo por 30 minutos y licuar con la cantidad de líquido necesario para obtener una pasta ligera.
Limpiar los costados de los magrets, cortando el exceso de grasa. Hacer cortes en el lado de la piel en forma de rombos, teniendo cuidado de no hincar la carne.
Sazonar las pechugas de pato con sal y pimienta.
Colocar una sartén a calentar por 1 minutos. Cuando esté caliente agregar las pechugas con el lado de la piel hacia abajo y cocinar a fuego bajo durante 10 a 12 minutos o hasta que la piel esté dorada y las pechugas hayan soltado bastante de su grasa. Voltear las pechugas y cocinar por 3 a 4 minutos. Retirar las pechugas de la sartén, colocarlas en un plato y mantenerlas calientes.
Retirar la grasa del pato de la sartén y guardarla en un recipiente. Esta grasa se puede refrigerar y usar en otra preparación.
Agregar la cebolla a la sartén todavía caliente y regresar al fuego. Agregar 1 a 2 cucharadas de la grasa de pato reservada. Saltar la cebolla unos instantes y agregar el jengibre o kion y 2 cucharadas de la pasta de ají. La pasta de ají se agrega al gusto. Añadir la miel con el oporto y cocinar moviendo por 1 minuto aproximadamente.
Untar ligeramente los magrets con el glaseado de miel y aji y colocar en el dorador del horno 1 minuto aproximadamente, para que se acaramele.
Cortar los magrets, que deberán estar término medio con el centro bien rojo, en tajadas delgadas.
Colocar varias tajadas en un plato y rociar con el glaseado encima y alrededor de las tajadas.
){kind=small}
